El turismo rural se consolida en la Región
Alejado del concepto de sol y playa, el turismo rural sorprende a quienes lo descubren. La generosidad del campo proporciona multitud de actividades para combatir el estrés y respirar aire puro, entre ellas: el senderismo, el descenso del río Segura, el ciclismo, la escalada y el enoturismo. En esa apasionante experiencia de sentir los latidos de la naturaleza, los visitantes pueden hospedarse en los 148 alojamientos y 2.210 plazas que dispone la Región, donde 5.657 turistas se acercaron en noviembre para estar en contacto con el medioambiente, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Ante el dulce momento que atraviesa el sector, los propietarios de estos establecimientos vuelven a respirar al notar cómo resurge el negocio, que tanto sufrió los años duros de la crisis.
Así, el oeste de Cartagena atesora numerosas perlas naturales: amplios campos de almendros y algarrobos, la especie protegida del Garbancillo de Tallante, rutas senderistas, pastores con sus rebaños y antiguos caseríos. Además, las playas de El Portús, La Azohía e Isla Plana y la proximidad a la ciudad portuaria sitúan a esta zona como destino de ensueño para disfrutar en la mejor compañía. Parejas, familias y grupos de amigos aprovechan los fines de semana, periodos vacacionales o cualquier acontecimiento, como cumpleaños, despedidas de solteros o convivencias, para acercarse y contemplar todos sus atractivos.
Fuente: laverdad.es